En Estonia, los empleadores tienen derecho a cubrir los gastos de salud y deporte de sus empleados sin pagar impuestos por ello. El límite del beneficio es de hasta 400 euros por persona al año.
Esto significa que, si el empleador paga al empleado, por ejemplo, una suscripción al gimnasio, un tratamiento dental o un masaje de hasta 400 euros al año, entonces:
- Ni el empleador ni el empleado pagan impuestos sobre la renta ni cotizaciones sociales por esa cantidad;
- Sin embargo, es importante cumplir con algunas condiciones.
Qué condiciones deben cumplirse
Para que estos gastos no se consideren un beneficio sujeto a impuestos (erisoodustus en estonio), deben cumplirse todas las siguientes condiciones:
- Límite — 400 euros por persona al año.
Esta cantidad incluye el IVA. Por ejemplo, si la cuota del gimnasio es de 48 € al mes con IVA incluido, el límite se alcanzará después de ocho meses.
- El beneficio debe estar disponible para todos sus empleados.
No se puede ofrecer el beneficio solo a la dirección ni únicamente a quienes hayan trabajado más de un año. En principio, todos los empleados deben tener la misma oportunidad.
- Debe haber documentación.
Las facturas, recibos o contratos deben estar a nombre de la empresa o del empleado si se le reembolsan los gastos. Sin documentación, la autoridad fiscal puede considerar que el beneficio no está debidamente justificado.
- Es necesario llevar un registro de cada empleado.
Se puede calcular según la fecha de pago (método de caja) o según la fecha en que la persona realmente asistió al gimnasio (método de devengo).
- La compensación es voluntaria.
El empleador decide qué servicios compensar: gimnasio, odontología, masaje o seguro médico voluntario.
Qué se puede pagar sin impuestos
La ley permite cinco categorías de gastos que pueden compensarse dentro del límite de 400 €:
- Eventos deportivos públicos. Maratones, carreras y paseos en bicicleta abiertos a cualquier persona. Ejemplo: participar en el Tallinna Maraton o en el Maardu Triatlon.
- Actividades deportivas regulares y masajes.
Suscripción a un gimnasio o piscina, yoga, clases en grupo, aplicaciones de fitness.
Pero no spa, sauna ni baño de vapor — solo si se trata de una actividad física real. - Mantenimiento del gimnasio propio de la empresa.
Si la empresa dispone de su propio gimnasio, los gastos de limpieza, reparación, servicios públicos y mantenimiento del equipo pueden incluirse dentro del beneficio. - Servicios médicos.
Dentista, fisioterapeuta, psicólogo, rehabilitación, logopeda y consultas con un nutricionista. Lo importante es que el profesional tenga licencia. - Seguro médico voluntario.
El empleador puede pagar el seguro médico del empleado o reembolsar su compra.
Todas estas categorías se suman. Por ejemplo:
100 € — gimnasio, 200 € — dentista, 100 € — seguro = límite de 400 € alcanzado.
Qué pasa si se supera el límite
Si paga a un empleado más de 400 € al año, el exceso se grava como un beneficio habitual (erisoodustus).
El cálculo del impuesto sobre el beneficio especial se realiza de la siguiente manera (ejemplo con un exceso de 200 €):
- Impuesto sobre la renta = 22/78 × importe del beneficio.
Ejemplo: 22/78 × 200 € = 56,41 €. - Social tax base = benefit amount + income tax on the special benefit = 200 + 56.41 = 256,41 €.
- Impuesto social = 33% × 256,41 = 84,62 €.
- Total de impuestos: 56,41 + 84,62 = 141,03 €.
Es decir, si paga al empleado 200 € por encima del límite, los impuestos serán de aproximadamente 141 € — casi tanto como el propio beneficio. Por eso es importante no superar el límite.
Cómo aplicarlo en la práctica
- Establezca una norma interna (por ejemplo, en el reglamento laboral o en un documento aparte) que indique que la empresa reembolsa hasta 400 € al año por salud y deporte.
- Explique a los empleados que deben guardar los recibos y entregarlos para el reembolso.
- Lleve un registro de cada empleado.
- Registre los gastos en la contabilidad como “gastos de salud y deporte”.
- Asegúrese de que no se supere el límite — así no habrá impuestos.
Conclusión
💡 Hasta 400 € al año por persona se pueden gastar en salud y deporte sin impuestos,
siempre que haya documentos, control y condiciones iguales para todos. Lo principal es no superar el límite y no confundirlo con compras personales (por ejemplo, zapatos o spa).